Juego de Patriotas
20/09/2010Hablaba Mourinho hace unos días en rueda de prensa sobre la estabilidad que necesitaban tanto el equipo como su cargo. El portugués se llenaba la boca asegurando que era vital para un funcionamiento óptimo de la máquina que está engrasando. Lo que nadie imaginó entonces es que sería el propio entrenador quien hiciera temblar los cimientos del club horas más tarde. ‘Todo por la patria’.
Cría cuervos y te sacarán los ojos cita el refranero popular. A José Mourinho se le espera con las armas cargadas desde su llegada a la capital. En especial desde esa plural y tolerante corriente mediática procedente de Cataluña que insulta, difama o calumnia a todo aquello que huele a ‘madridista’. Y él lo sabe. Es el primero que sabe jugar con esa presión, la acepta y busca la manera de sacarle beneficio.
El problema surge cuando esta vez ha sido el propio Mou quién se ha tirado piedras contra su tejado. Es lo que tiene el ‘feeling’, ese que tantos quebraderos de cabeza le trae a Guardiola. Al portugués le ha podido su honrilla nacional y ha sacado a relucir antes su corazón que su cabeza. La sangre no ha llegado al río, pero aún está por ver qué efectos provoca el incidente.
Porque estos pequeños desencuentros, solucionados en apenas horas y cuya profundidad parece nula, en la mayoría de las ocasiones desembocan en circunstancias de un calado mucho mayor. No matan ni rompen una relación, pero sí pueden condicionarla o enquistarla. Después del numerito del pasado sábado -con Mourinho criticando primero al club, para dos horas más tarde rectificar y señalar a la Federación portuguesa-, dudo que Jorge Valdano vuelva a confiar en las palabras del técnico. O mejor dicho, tanto él como el resto de la directiva moverán cielo y tierra para comprobar si dice o no la verdad.
Dudo mucho que el ya bautizado como ‘Caso Portugal’ afecte a la parcela deportiva. La rabieta de Mou tampoco ha dado para que ningún jugador se sienta ofendido. Y si lo están, es por vicio. No obstante, puede convertirse en un precedente algo turbio si ocurre algún que otro escándalo en un futuro. Los cuales, con ‘The Special One’, parecen estar asegurados. Es el precio a pagar por firmar a un número uno (además de su generoso sueldo).
Twitter: @NJSaez