Rectificar es de sabios
03/08/2010La Casa Blanca tiene nuevo presidente. El »mesiánico» proyecto de Florentino emprende un giro de 180º en apenas doce meses. Así lo han requerido las circunstancias. Decía el máximo mandatario blanco, nada más confirmar la contratación de Mourinho, que la estabilidad de un club se demuestra con títulos y no manteniendo al técnico. Pero la única estabilidad que hoy en día puede preocupar al Real Madrid es la ilusión de sus aficionados.
Porque un año después de que Florentino sacudiese al mundo entero con su demoledor regreso, poco ha cambiado el estatus del equipo, al cual tantas veces se ha referido el presidente. El Santiago Bernabeu sigue sin ver a su equipo superar la barrera de los Octavos de Final en la Champions League, aún desconoce lo que es ganar una Copa del Rey en el nuevo milenio, y esta temporada se cumplirán tres años desde el último campeonato de Liga conquistado.
Ante tal maremágnum, la política y los argumentos supremos »florentinianos» han sufrido cambios sensibles. De defender a capa y espada que el Real Madrid debe de estar compuesto por los mejores futbolistas del mundo, entrenados por alguien de perfil bajo y sin poder mediático, a contratar al astro de los banquillos. José Mourinho, un personaje cuya repercusión es solo comparable a la de los mayores astros futbolísticos del momento.
No es la única vuelta de tuerca. Los blancos tratan de reinventarse dejando atrás los fichajes galácticos. La suma de los traspasos de Khedira, Canales, Pedro León y Di María ni tan siquiera suma la cantidad pagada hace ya un año por Kaka». Y siendo realistas y un tanto crueles, tampoco superan al brasileño en expectación generada los cuatro juntos.
Tampoco es cuestión de mover cielo y la tierra todos los años, dirán algunos. Y tienen razón. El Madrid desembolsó el verano pasado el capital propio de varias temporadas para, a priori, cumplir también con el trabajo de varios años. Que haya salido mejor o peor, ya sea por la falta de implicación de algunos o por las lesiones de otros, obligan a que algunos de los galácticos fichados entonces se conviertan en los mejores refuerzos posibles de cara a la nueva campaña. La fama de Mourinho como motivador y »recuperador» de futbolistas a la deriva es de sobra conocida. Esa es una de las mayores bazas que le valieron para estar hoy al frente de la nave blanca.
Por si fuera poco, para que la »Reconquista» merengue aún tenga un sabor más diferente, los dos últimos estandartes forjados en »la Fábrica» abandonan el club de su vida en busca de nuevas experiencias. Raúl y Guti, con 16 y 14 años de militancia en el equipo respectivamente, ya son aclamados como héroes en el Schalke 04 y en el Besiktas. La capitanía queda en manos de Iker Casillas, quien tendrá que demostrar que puede repetir su magnífico papel al frente de la selección española en el club con más presión del planeta.
Son muchos los retos, los objetivos y por supuesto los cambios en un Real Madrid al que se le acaba el crédito. Un nuevo fracaso local o internacional hundiría en la miseria a la actual directiva y abriría definitivamente una importante brecha en el equipo. Si el año pasado los blancos no fueron ni siquiera cabezas de serie en la Champions, ahora podrían entrar en una dinámica negativa de consecuencias inesperadas. El márgen de error con Mourinho en el banquillo y con CR7, Kaka`, Benzema (ambos se supone en condiciones óptimas), Higuaín y los campeones del mundo en el campo parece ínfimo. Pero si se produjese, nada ni nadie podrá salvar a un Madrid que se juega mucho esta temporada.
Twitter: @njsaez