FC Barcelona: caos en la directiva, éxito sobre el césped
12/03/2015 0 Por Alba María RomeroNo están siendo años fáciles para el Barça. Con una cantidad casi incontable de flancos abiertos en lo que concierne a problemas directivos, el club encontrado la forma de que lo extradeportivo no afecte a lo deportivo. O, al menos, no en una parte de la temporada crucial, como son los meses de marzo, abril y mayo.
“Quien ríe último, ríe mejor”. Dicho popular que perfectamente podría aplicarse al Barça. Desde el comienzo de temporada, el Barcelona ha sido visto como ‘inferior’ respecto al Madrid. Los blancos dieron pie a ello, con el récord de 24 victorias que ya quedó en el recuerdo. La situación se ha invertido: si antes era el club azulgrana y su entrenador los que estaban en el punto de mira, ahora es la ‘Casa Blanca’ la que se ha metido en un callejón del que les está resultando muy complicado salir.
Planificación deportiva puesta en entredicho
Aunque las comparaciones son odiosas, es inevitable servirse de ellas para analizar el estado del club. Zubizarreta, aquel que solía ser director deportivo de la entidad y ‘se encargaba’ –al menos en la teoría- de reforzar al equipo mediante fichajes, fue vapuleado y víctima de numerosas bromas por los jugadores que había traído al club. Mientras el Real Madrid ataba a futbolistas top, el Barça se conformaba con otros de ‘segunda’.
Douglas y Vermaelen aparte, el plantel azulgrana ha resultado ser más consistente en la parte crítica de la temporada que el blanco. Mathieu, a pesar del precio y de su edad, ha cumplido con las expectativas, al igual que Suárez. El delantero, aunque le ha costado volver a encontrar su faceta goleadora, ya aportaba mucho al equipo en lo que a ofensiva se refiere, siendo un gran asistente para el binomio Messi-Neymar, que ha acogido con los brazos abiertos a este nuevo miembro.
La efectividad está asegurada con estos tres hombres. Con algunos es más difícil lidiar, como con Messi, lo que acarreó la gran crisis del Barcelona esta temporada. En peor momento no pudo llegar: con Luis Enrique con un pie fuera por los resultados y el pobre juego que mostraban en las grandes citas, estalló el bombazo en el vestuario. Messi y Luis Enrique no se dirigían la palabra y, por si solo eran meros rumores, Vermaelen se encargó de confirmarlo.
Primero, el argentino partía desde el banquillo en Anoeta. ¿Cómo respondió a este ataque? No presentándose al entrenamiento a puertas abiertas, lo que generó cierto descontento en el vestuario. El “a ver quién puede más”, entre el técnico, el que debe ser conductor y decisor último de las tácticas para los partidos, o Messi, el ‘crack’ que no consentía quedarse en el banquillo. La pugna parece haberse resuelto, al menos, de momento.
Flancos abiertos con la justicia
Pero a estos rifirrafes se suman las diversas causas que tiene el Barcelona con la justicia. Al ‘caso Neymar’ que vienen arrastrando desde 2013, justo el año en que consiguieron el último título con el ‘Tata’ Martino al mando, se suman la demanda del DIS a raíz del citado caso; la investigación a Messi por sus partidos benéficos, además de algo que parece ya olvidado, sus problemas con Hacienda; la demanda de MCM por la publicidad en La Masía; la sanción de la FIFA que les impide fichar y, por supuesto, las elecciones anticipadas por la presidencia del club.
La sanción de la FIFA por las irregularidades en la contratación de menores de edad fue la ‘gota que colmó el vaso’ y por la que Zubizarreta tuvo que dejar el club –o ser obligado a ello- seguido de Carles Puyol, aunque este lo hizo motu propio. Acusado de ser uno de los principales culpables del ‘caso Neymar’, que ya le costó su puesto a Sandro Rosell, y que arrastrará también a Bartomeu. El presidente del Barça, para intentar terminar con la ‘jauría’ de lobos que se le echaban al cuello, convocó elecciones anticipadas con la esperanza de ser reelegido. Sin embargo, la mitad de los socios no están por la labor. Joan Laporta se ha encargado de deshacer sus ilusiones solo al admitir que “se presentará a las elecciones”. Por ahora, encabeza, con diferencia, las encuestas.
El problema con la sanción de la FIFA parece estar ‘resuelto’. Aunque, por supuesto, sería mejor para la entidad tener disponibilidad para fichar, el club ya ha comenzado a ‘blindar’ a algunos de sus infalibles. Es el caso de Busquets, que amplió su contrato el pasado mes de febrero hasta 2019. Mientras, siguen trabajando con la de Neymar, al que tienen intención de vincularlo, al menos, hasta 2020. El resto de refuerzos del club tendrán que llegar desde el filial, con hombres como Munir o Sandro, o ‘repescando’ a los cedidos Tello, Deulofeu o Denis Suárez.
Volviendo al ‘caso Neymar’, que se está convirtiendo en un auténtico quebradero de cabeza para el Barça, es un culebrón del que hay nuevos episodios. Si bien Rosell reconoció en su momento que “Neymar costó 57,1 millones”, el Barcelona le dejó con el ‘final de la espalda’ al aire al admitir que su fichaje ascendió a 86,2 millones. La Agencia Tributaria sostiene que costó cerca de 95 millones.
El movimiento táctico de la entidad ha terminado saliéndole por la culata. Si lo que pretendían era contar la verdad –o su verdad- para personarse en la acusación contra Rosell y eludir responsabilidades ante la justicia, les ha costado otra demanda.
Para esta, nos trasladamos a Brasil, donde la justicia de Sao Paulo ha llamado a declarar a Neymar por la demanda de DIS. El grupo que posee el 40% de los derechos del brasileño. DIS percibió la parte proporcional a la cifra en que se tasó en primer lugar el fichaje del jugador. Los en torno a 40 millones que hay de diferencia entre los ‘números de Rosell’ y los verdaderos han provocado esta ‘llamada a la justicia’.
Messi tampoco está ‘libre de culpa’. Lejos quedaron sus visitas al juzgado por los tres delitos contra Hacienda en España. Ahora, la investigación procede de mucho más lejos: Estados Unidos. La Agencia Antidrogas del país investiga el destino del dinero que se recaudó en los partidos benéficos que protagonizó el astro argentino. De momento, el que ha sido llamado a declarar es su agente.
Si todo esto fuera poco, al Barça se le han metido los problemas hasta en su nueva casa: la sede de la Masía. El incumplimiento de las cláusulas que establecían que MCM iba a recibir un porcentaje de los beneficios de las empresas que se anunciasen en la fachada del edificio provocó que esta empresa también los demandara, reclamando como compensación una cifra que asciende a los 100 millones de €. Aunque esta puede ser la que menos afecta directamente a los futbolistas, es otra de las preocupaciones de la directiva del club.
Parece increíble que, con tantos problemas, el Barcelona haya conseguido salir a flote. Líderes en la Liga, finalistas en la Copa y con una eliminatoria de Champions muy encauzada. El Barça, finalmente, ha resultado ser un ejemplo perfecto de cómo se puede separar el terreno deportivo del que concierne a la directiva.
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