Demasiado rock ‘n’ roll para un Real Madrid ‘en pañales’ (1-3)
28/07/2016El Real Madrid inició su pretemporada con derrota ante un Paris Saint-Germain mucho más rodado. Los de Unai Emery jugaron a otra velocidad y tardaron un minuto en adelantarse por mediación de Ikoné. Meunier sentenció con dos goles en cinco minutos, una vez pasada la media hora, mientras que Marcelo acortó distancias de penalti. La segunda parte la jugaron ocho jugadores del Castilla.
Seguramente fuese una curiosa coincidencia, pero el Real Madrid comenzó su temporada 2016-2017 el mismo día que culminó la 2015-2016 en el cielo: un 28, en este caso de julio. Una bella mentira, ya que el primer partido preparatorio del conjunto merengue no recordó a lo sucedido en mayo, sino a lo que suele ocurrir en diciembre. El Paris Saint-Germain de Emery, con dos amistosos en su haber, abusó de un equipo primerizo que empezaba a dar sus primeros pasos.
La magia se rompió en apenas un minuto. El Real Madrid sufrió un gatillazo y olvidó cualquier tiempo pasado en la primera jugada de ataque del PSG. Ikoné recibió entre líneas, regateó a dos defensas con excesiva facilidad y batió a Casilla. La escena evidenció la diferencia de condiciones. El futbolista francés trotaba veloz entre semejantes que lo hacían a cámara lenta.
A falta de físico, los blancos optaron por el toque. Los de Zidane se apropiaron del balón e instalaron su base de operaciones en campo contrario. Isco y Morata fueron los más activos durante el primer tiempo, aunque el delantero desapareció en los minutos previos al descanso. Antes, chocó una y otra vez con el muro galo en la banda izquierda, demasiado alejado del área. De hecho, apenas la pisó en 45 minutos.
Sin delantero, tuvo que ser Kovacic quien marcase el territorio a los 18 minutos. El croata protagonizó una jugada de centrocampista todoterreno hasta llegar a la frontal, buscó a Marcelo en la izquierda pero el brasileño, lejos de su mejor nivel, no reaccionó. El rechace volvió a los pies del ’16’ y sorprendió con un disparo al segundo palo. Literal, ya que rebotó en la madera y fue a las manos de un Trapp vencido.
Al Paris Saint-Germain no le hacía falta mover la bola para alcanzar la portería merengue. Escondidos tras una muralla casi impenetrable, organizaban pocas excursiones hacia las inmediaciones de Kiko Casilla, aunque casi todas fueron exitosas. Cavani estuvo a punto de hacer el 0-2 a los 28 minutos tras un gran pase raso de Meunier desde la derecha, pero Varane le estorbó lo suficiente. Cinco minutos más tarde era el futbolista belga quien reventaba el balón en la escuadra desde 25 metros.
Recién llegado del Brujas hace apenas tres semanas, el lateral derecho aprovechó su momento de gracia y brilló. Unos instantes más tarde, se escapó por su banda en solitario tras una subida de Marcelo y llegó hasta el área sin oposición. En un alarde de generosidad quiso ceder el tanto al delantero, pero Casilla estuvo felino y cortó la asistencia. No fue suficiente. El esférico volvió teledirigido a los pies de Meunier, que solo tuvo que empujarla.
El 0-3 parecía enterrar el primer amistoso merengue, pero Isco tiró de rabia canchera, esa que se engendra bajo el sol en patios de cemento, y provocó el gol del honor. Primero, con un fuerte disparo desde la frontal que rebotó en un defensa lo justo y obligó a Trapp a lucirse. Después, en el 43, provocando el penalti que acabó transformándose en el 1-3. Su pase desde la izquierda tocó en la mano de Aurier, que ya tenía una amarilla, y Marcelo convirtió la pena máxima con potencia.
Tras el descanso, Zinedine Zidane tiró de personalidad y tuvo un gesto de maestro. Prometió dar minutos a todos los jóvenes que comparten esfuerzo y vivencias con los veteranos en la pretemporada y el 1-3 no le cambió la hoja de ruta. Rubén Yáñez, Aleix Febas, Mariano Díaz, Lienhart, Hakimi, Tejero, Marcos Llorente, Odegaard y su hizo Enzo saltaron al césped de Ohio en un once completamente nuevo, cerrado por Dani Carvajal y Marco Asensio.
El PSG, a escasas dos semanas de iniciar la defensa de ‘su’ Ligue 1, movió el banquillo con más paciencia. Emery entendió el partido como un ensayo de citas más grandes, por lo que esperó a que el encuentro avanzase para suplir a los más desgastados. Mientras tanto, los ‘noveles’ blancos dieron la cara y alguna que otra lección. No solo no encajaron un gol, sino que Mariano y Asensio estuvieron más o menos cerca de acortar distancias.
Mientras tanto, Cavani dio la razón a Unai Emery cuando pide una y otra vez ante la prensa que necesita otro delantero. El uruguayo las tuvo de cabeza, al desmarque y desde fuera del área. Las falló todas. Acabó pateando con rabia los balones que le llegaban rebotados tras sus errores. Un desastre. Es difícil vivir sin el cobijo de la sombra de Ibrahimovic.
El partido no daba para más y el árbitro, que añadió hasta tres minutos en el primer tiempo, entendió que no era necesario en la segunda mitad. El Real Madrid arrancó su pretemporada con derrota, pero lució una más que digna cantera. La próxima parada, ante el Chelsea en Michigan.
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