¿Cuáles son las causas de la crisis de Rafa Nadal?

¿Cuáles son las causas de la crisis de Rafa Nadal?

21/01/2016 0 Por Manda Pelotas

El tenista español vive el peor momento de su carrera deportiva, los últimos resultados y el juego desplegado en la pista nos hacen preguntarnos. ¿Podrá alcanzar de nuevo Rafa Nadal su máximo nivel?

Siete años después, la Rold Laver Arena de Australia recibió a los dos protagonistas de uno de los mejores partidos en la historia del tenis. Por aquel entonces, un joven Rafael Nadal a sus 22 años de edad, con cuatro Roland Garros a sus espaldas, número uno del mundo y Rey indiscutible de este deporte. Enfrente, un inconmensurable Fernando Verdasco, quien tras jugar su mejor tenis no pudo doblegar al que, dos días después, vencería a Roger Federer y se coronaría campeón en Australia. 

Nadal y Verdasco se volvieron a ver las caras bajo el sofocante calor australiano en otro partido que quedará en la memoria de todos los aficionados al tenis. Cuatro horas después de la salida de los españoles de los vestuarios, el madrileño, con su agresividad y estilo autodestructivo que le ha caracterizado durante toda su carrera deportiva, se tomó la revancha ante un Nadal que ha iniciado el año con las mismas dudas con las que tuvo que lidiar durante la temporada pasada.

El espejismo vivido en los últimos torneos de 2015 en los que Nadal llegó a la final de Basilea, cuartos de final del Masters 1000 de París y semifinales de la Copa de Maestros, no ha continuado en este inicio de año. A pesar de llegar a la final de Doha, se dejó dos sets en el camino ante Carreño o Kuznetsov y sucumbió solemnemente ante Djokovic en la final. 

A sus 29 años de edad, el mejor tenista de la historia de España vive la mayor crisis deportiva de su vida. Hasta el punto que en los últimos días han surgido rumores hasta de la posibilidad de un cambio de entrenador. La realidad es que Nadal no es el mismo desde la grave lesión que sufrió en 2014. Su confianza en el juego se ha visto reducida. Su físico ya no le acompaña y su principal baza desde que llegó al circuito profesional, la fortaleza mental, es historia.

Todo esto se ha visto reflejado en el juego y en sus últimos resultados. El pasado año únicamente mordió tres trofeos tras disputar más de veinte campeonatos y en los grandes torneos sus últimas participaciones se cuentan por fracasos. En Wimbledon 2015 perdió en la segunda ronda mientras que en el US Open claudicó en tercera ronda.

La cruda realidad es que tras ser reinar en el tenis mundial durante varios años, Nadal puede quedar relegado a la séptima plaza de la clasificación mundial cuando concluya el Abierto de Australia. La crisis que vive el de Manacor procede de una serie de razones evidentes con las que podremos entender sus últimos resultados:

1) Pérdida de la confianza. En el circuito profesional todos los jugadores son fantásticos y sus golpes son muy efectivos, no lo vamos a descubrir ahora, pero la principal diferencia que hay entre ellos es la cabeza. Este elemento que tantos partidos decide en este deporte está siendo una losa para Nadal desde su retorno a las pistas. Su concentración ya no es la misma a pesar de que sus rituales se mantienen intactos. La confianza que tiene en sus golpes se ha visto mermada y, por consecuencia, el miedo a fallar ha salido a relucir en muchos de los momentos decisivos en los últimos partidos. En los últimos tiempos el propio Nadal se ha referido a este aspecto: “lucho ahora contra una lesión mental”.

2) Renovarse o morir. Miguel de Unamuno fue quien dijo que “el progreso consiste en renovarse” para después surgir el refrán popular de “renovarse o morir”. Los rivales cada vez analizan más el juego de su adversario. El estilo de Nadal es muy característico y cuando el rival consigue adaptarse a él, le hace daño con extrema facilidad. La derecha ya no corre como antes. El saque sigue siendo un defecto en vez de una virtud. Las defensas con las que hacía saltar al espectador de su asiento pasaron a la historia. Es por todo esto por lo que el español debe cambiar su patrón de juego. Debe buscar más la agresividad en su juego, no se pueden conseguir apenas 38 golpes ganadores en un partido a cinco sets tras estar más de 4 horas en la pista batallando.

3) Bajón físico. Durante toda su carrera se ha caracterizado por ser un portento físico. Antaño poseía una velocidad de piernas espectacular y una anticipación envidiable que le hacía llegar a lugares imposibles para el resto de mortales. Tras las diversas lesiones que ha sufrido y la carga de partidos que lleva a sus espaldas, todos estos atributos se han perdido.