Las Palmas y Fernández Borbalán revientan LaLiga (3-3)

El Real Madrid dejó de ser líder de LaLiga tras empatar en el Santiago Bernabéu ante Las Palmas, que llegó a ponerse 1-3 en el marcador en la segunda mitad. Isco adelantó a los blancos en el primer tiempo y Tana empató inmeditamente después. Viera y Boateng dieron la vuelta al marcador y Cristiano Ronaldo puso las tablas en la recta final. El árbitro anuló tres goles a Morata, dos de ellos legales.

En una semana marcada por lo sucedido en el Estadio de la Cerámica, los fantasmas que vieron algunos en el penalti de Bruno y las bolsas de Gil Manzano, Fernández Borbalán debió sentir celos de prima donna y reclamó su dosis de protagonismo a lo grande. El colegiado acabó siendo de nuevo el objeto de todas las miradas anulando dos goles legales y sembrando la duda con un descuento insólito. Tras una expulsión, dos penaltis y seis cambios, solo añadió tres minutos de los que se jugó uno. No es culpa de Las Palmas, que hizo lo que tenía que hacer, sino de un árbitro que no cumplió su labor. De hecho, ni siquiera esperó al minuto 93 para señalar el final.

La vergonzante actuación arbitral no debe tapar el vergonzoso juego del Real Madrid en determinadas fases del encuentro. En especial, en una primera parte en la que acabó entregado al fútbol de Las Palmas, dominador del partido desde que Tana se inventó el empate con una maniobra carioca. Recibió en la esquina derecha del área, quebró a Sergio Ramos con un giro espectacular y batió a Keylor Navas con potencia. El Real Madrid apenas llevaba un minuto por delante en el marcador después de que Isco hiciese el 1-0 recibiendo un buen pase entre líneas de Kovacic y batiendo a Javi Varas con clase.

Es justo y necesario decir que la posición del malagueño es dudosa y podía haber sido fuera de juego. La repetición es polémica. También lo fueron los tres goles anulados a Álvaro Morata. Un hat-trick. No se puede reprochar que el canterano no tenga gol de titular, desde luego. El primero lo hizo a los 33 segundos de partido, rematando un pase de Bale desde la derecha en posición antirreglamentaria. En ese caso, huelga el debate.

Los otros dos, sin embargo, serían catalogados de escándalo por más de un forofo. Nada más igualar Las Palmas, el delantero se encontró con una jugada exactamente igual a la de Isco que significó el 1-0. Quizás por las dudas del primer tanto, el colegiado sí decidió anular este, que era perfectamente legal. Lo comido por lo servido. El tercero, sin embargo, es una desfachatez. Cristiano Ronaldo estaba en línea con un defensor y detrás de otro cuando recibió un pase escorado a la izquierda del área. Controló y buscó a Morata, que entraba por el centro en solitario para batir a Javi Varas. Gol totalmente legal que significa un esperanzador 2-3 con más de 20 minutos por delante.

Hasta entonces, el Real Madrid había perdido completamente el timón del partido. Hasta la media hora de juego tuvo ocasiones para enderezarlo, más allá del primer tanto anulado a Morata. Bale sirvió una asistencia de lujo en el 28 para Cristiano y Álvaro en el segundo palo, pero ninguno logró alcanzar el esférico. Incluso en el tiempo de descuento del primer tiempo, tras un cuarto de hora excelso por parte del conjunto amarillo, el ariete merengue pudo hacer el 2-1 si hubiera empujado otro pase de la muerte desde la banda derecha. Lemos le entorpeció y le hizo dudar, perdiendo una ocasión inmejorable.

El guión del segundo tiempo terminó por quemarse con la expulsión de Gareth Bale. Tan justa como rigurosa. El galés se equivoca con una entrada por detrás a Viera merecedora de tarjeta amarilla. La vio. El canario se encaró con él, le empujó levemente y el ’11’ respondió con un empujón más fuerte. Fue eso, un simple empujón. Ni le agredió, ni se encaró ni hubo nada más. Una jugada que en cualquier otra situación podría haberse acabado con amarilla, o que un colegiado más dialogante o paciente hubiera resuelto de otra manera. Fernández Borbalán quería ganarse según qué aplausos e hizo una opción también válida, optar por la fácil roja.

A partir de ahí, el Madrid perdió los papeles. Sergio Ramos cometió un penalti ridículo al lanzarse a detener un balón en el área con las manos separadas del cuerpo y Viera puso el 1-2. Corría el minuto 54 y, para desesperación de Keylor Navas, estuvo a punto de detenerlo. Cinco más tarde, el canario aprovechaba una jugada incompleta de los locales para pegar un pelotazo clementiano hacia Boateng, que estaba completamente solo junto a Marcelo en campo rival. El ghanés ganó en velocidad al brasileño y sorteó la absurda salida del portero tico con un sutil toque. A portería vacía, definió como los grandes.

Un remate de Morata al larguero en un saque de falta presagió la épica final, con Cristiano Ronaldo redimiéndose con dos tantos que rescataron un punto. El portugués había escuchado algún silbido por su inoperancia durante 85 minutos, pero los olvidó transformando un penalti primero y haciendo el definitivo 3-3 de cabeza en el 87. Faltó el ya olvidado gol en el tiempo de descuento de 2016, pero es que tampoco se llegaron a jugar los minutos añadidos. Ya sabemos cómo funciona esto, que diría alguno.

Ficha técnica

REAL MADRID: Keylor Navas; Carvajal, Nacho, Sergio Ramos, Marcelo; Kovacic (James, 70′), Kroos, Isco (Lucas Vázquez, 65′); Bale, Morata (Benzema, 70′) y Cristiano Ronaldo
LAS PALMAS: Javi Varas; David Simón, Lemos, Bigas (Aythami, 27′), Castellano; Roque Mesa, Vicente Gómez; Viera, Tana, Jesé; Boateng (Mateo, 68′)

Goles: Isco (8′), Tana (10′), Viera (54′, P), Boateng (60′) y Cristiano Ronaldo (85′ y 87′).

Árbitro: Fernández Borbalan. Expulsó a Gareth Bale con roja directa (47′). Amonestó a David Simón (44′), Gareth Bale (47′), Boateng (53′), Ramos (54′), Morata (70′), Cristiano Ronaldo (81′) y Halilovic (92′)

Twitter: @NJSaez