Rodolfo Arruabarrena, vencer o «morir» en Boca Juniors

Tras quedar campeón en 2015 con contundencia, Boca Juniors arrancó el campeonato en 2016 con el objetivo de revalidar el título. El torneo de verano dejó cuatro derrotas en cuatro partidos -con dos goles a favor y ocho en contra- y lo más doloroso para los xeneizes, perder dos superclásicos ante River con un pésimo juego. Arruabarrena, su técnico, está en la cuerda floja.

El nuevo torneo argentino 2016 era un desahogo y un nuevo comienzo. El primer partido ante el pequeño Temperley, en el estadio Alfredo Beranguer, prometía un arranque plácido, pero de nuevo las carencias del torneo de verano asomaron en Boca y un empate a cero goles fue el pálido resultado final.

«Es el inicio del torneo», «los jugadores están acoplándose», «venimos de pretemporada, esto mejorará»… Son algunas de las frases que más se escuchan cuando los equipos no inician bien la campaña. Palabras que tienen cierta razón, pero en los grandes hay que dar resultados inmediatos.

La final de la Supercopa Argentina en el Mario Alberto Kempes, ante San Lorenzo, era la oportunidad perfecta para calmar tantas críticas al vasco Arruabarrena y a sus futbolistas sumando un trofeo más para Boca Juniors.

Era, porque no se dio. San Lorenzo sorprendió a los xeneizes y les golearon categóricamente: 4-0. Boca jamás encontró el camino para al menos hacer el gol del descuento. El equipo del vasco era un pequeño cachorro al lado del tigre de San Lorenzo.

Tras la escandalosa derrota, el portero Agustín Orion dijo que el equipo era “una máquina de perder finales”. A su vez, el referente Carlos Tevez aseguró: “Desde que yo llegué, es la primera final que pierdo. Hay que romperse el culo”.

Todo esto demostraba que en los feudos xeneizes no andaban bien las cosas, por lo que en el mediodía del jueves, el presidente Daniel Angelici se reunió cara a cara con Arruabarrena para tomar decisiones. “Haz todos los cambios que tengas que hacer. No te guardes nada. Tienes mi respaldo”, fueron las palabras de Angelici para mostrar su apoyo al vasco.

Rodolfo Arruabarrena está en la cuerda floja y él lo sabe. La última derrota ante el Atlético Tucumán en La Bombonera ha dejado al técnico al borde de la destitución. De momento, el Vasco dirigirá al equipo en San Juan en la tercera jornada del campeonato, pero un nuevo pinchazo podría ser definitivo.

Para añadir más suspense a la historia, cuentan desde las oficinas de la directiva xeneize que ya hay un plan B en caso de otra derrota del vasco Arruabarrena. Guillermo Barros Schelotto llegó a Argentina tras salir del Palermo de Italia al no ser habilitado por la UEFA para dirigir en el Calcio, ya que no sumaba cinco años de experiencia como entrenador.

A pesar de que Rodolfo Arruabarrena venía de ser campeón el torneo anterior, en un equipo tan grande y con tantas exigencias como Boca Juniors, o se revalidan las victorias día a día o el técnico acaba saliendo por la puerta de atrás, saludando a su sustituto.

Twitter: @andyrockgoal