Carlo Ancelotti y los cambios, el eterno dilema

Carlo Ancelotti y los cambios, el eterno dilema

02/03/2015 0 Por Manda Pelotas

Era muy difícil conseguir lo que ha hecho Carlo Ancelotti en año y medio. Que en tanto tiempo el público del Real Madrid no le castigara con una gran bronca parecía hasta mentira. Pero el impoluto mandato del técnico italiano ha recibido su primera mancha, y es debido al criterio que usa para realizar los cambios.

El Santiago Bernabéu le dedicó el pasado domingo una pitada después de que con el empate en el marcador, estando el Madrid obligado a remontar, Ancelotti sustituyera a Illarramendi nada menos que por Isco, el hombre que en estas vacas flacas que ha vivido el equipo, ha cogido el timón de un barco sin rumbo. Un cambio que según explicó en rueda de prensa, lo que buscaba era dar equilibrio al equipo, dado que tras la salida de Jesé por Lucas Silva, se estiraron demasiado las líneas y el Villarreal comenzó a dominar en el mediocampo al Madrid.

Ahí tuvo razón Ancelotti. Una vez entró el canario, el esquema del Madrid mutó del 4-3-3 en ataque, al 4-2-4. Un jugador menos en el mediocampo que a la hora de replegar e instalar el 4-4-2 defensivo se nota. Sobre todo si los encargados de cubrir esos puestos son Jesé y Bale, jugadores que atacan mucho más que defienden. A esto se le suma que en ese doble pivote que se formaba en el mediocampo, es mejor tener a Illarra que a Isco en el rol de mediocampista posicional.

Con una delantera tan amplia, haber mantenido a un medio ofensivo como el malagueño hubiera sido muy arriesgado. Por aquel entonces el Villarreal había sacado al campo todo su potencial ofensivo y era necesario contenerlo, al mismo tiempo que lo que indicaba el resultado era un empate. No era necesario volcar al equipo a por la victoria por mucha historia que tenga tu escudo ya que en una de esas épicas, te meten un gol, y en vez de llevarte un punto acabas con un tarro de lágrimas.

Y es que precisamente en ese partido tampoco podía hacer más. Ni en este ni en casi ninguno de los que se han jugado este año. Si no es Modric, es Bale, o es James los que están lesionados. O sea, los jugadores con más talento. Si estos coincidieran en la misma convocatoria, el once del Madrid sí podría introducir rotaciones partido a partido y Ancelotti cambios ‘lógicos’.

Sin embargo, con una plantilla donde las alternativas a los de siempre son un Jesé que no ha vuelto a ser el mismo después de su lesión. O un Chicharito que se está dando cuenta que marcar goles en la Liga Inglesa resulta bastante más fácil que en España. De esta manera se entiende esa demora en los cambios de Ancelotti. Para empeorar lo que está en el campo más vale esperar y que los de siempre, los del talento, se saquen algo de la chistera.

Además, con un equipo sano, el equipo podría empezar a rotar. A darle más minutos a Jesé, a Illarra o a Chicharito para ver si con más rodaje empiezan a ser eficaces. También a tener cambios que realmente aporten cosas diferentes, como por ejemplo tener en el banquillo a James y si Isco no está dando resultados, quitarle y confiar que el otro aporte algo diferente al equipo.

El Bernabéu echa de menos esa épica, esa furia con la que se remontan los partidos. El problema es que Ancelotti usa demasiado la razón y no entrega su equipo a los sentimientos. No le está yendo bien tanta serenidad esta temporada al Real Madrid. Sin embargo la Décima es fruto de la paciencia. En aquella final contra el Atlético el Madrid no se hizo ninguna locura. No se sacrificó a un defensa por un delantero. Se mantuvo el planteamiento inicial casi hasta el final. Y aún así, se remontó el partido.

Habrá que ver si la cosa sigue así cuando se vacíe la enfermería del equipo. Ese sí que sería el momento para que Ancelotti comience a replantearse las cosas.

Instagram: Danigomez94