El Real Madrid continúa de fiesta (5-1)

El Real Madrid continúa de fiesta (5-1)

08/11/2014 0 Por Néstor Sáez

El Real Madrid seguirá líder dos semanas más tras golear al Rayo Vallecano en el Santiago Bernabéu. Con Bale y el 4-3-3 de vuelta, el galés fue el primero en abrir el marcador. Le siguieron Ramos, Kroos, Benzema y Cristiano. Alberto Bueno puso algo de picante con el 2-1.

Resulta llamativo cuanto menos que el Rayo Vallecano, conjunto muy humilde y a años luz del Real Madrid en todos los aspectos, despierte tantas enemistades en territorio blanco. Como si de un Clásico o un derbi ante el Atleti se tratase, el Bernabéu mostró los dientes ante los franjirrojos desde que los primeros aficionados comenzaron a ubicarse en el feudo merengue.

A la rivalidad ideológica entre los ultras de ambos conjuntos había que sumar un condicionante algo olvidado en la agenda de medios, pero no en el corazoncito madridista: las críticas de Paco Jémez a Zinedine Zidane por entrenar sin título. Se juntaron ‘el hambre con las ganas de comer’, como dice el refranero popular. Ingredientes picantes y de digestión turbulenta para un plato explosivo.

En cuanto a lo estrictamente deportivo, el partido en sí vivió la introducción y el nudo del argumento en apenas nueve minutos, los que tardó Gareth Bale en volver a marcar en la Liga. El galés solo tuvo que empujar a placer un exquisito centro raso que le puso Toni Kroos desde la izquierda, tras una sensacional jugada del alemán, apoyado por Cristiano.

El gol llegó tan pronto que el Madrid vivió algunos minutos de desconexión. Tras un mes con un exquisito 4-4-2, la entrada de Bale hizo que el Madrid retrocediese en el tiempo varias semanas, hasta ese 4-3-3 con el que comenzó la temporada. James como interior izquierdo y el galés, de extremo derecho. Dicen que si algo funciona, mejor no tocarlo. Cuando mejor rendía el bólido en la pista, Ancelotti le hizo entrar en boxes para aplicarle algunos cambios, con la consiguiente pérdida de segundos.

Aún así, el Madrid pudo cerrar definitivamente el partido a los 23 minutos si Pérez Montero hubiera expulsado a Fatau por una dura entrada a Cristiano. El portugués se marchaba absolutamente solo hacia el marco de Cristian Álvarez, pero el defensor rayista se lanzó al suelo y barrió al ‘siete’ por detrás. El Bernabéu pidió la roja en cuanto Ronaldo besó el suelo, pero el colegiado no señaló ni falta. El enfado fue mayúsculo.

La vuelta al antiguo sistema tuvo un gran damnificado, James Rodríguez. El colombiano volvió a quedarse entre dos aguas, sin saber qué aportar en el centro del campo ni cómo hacerse notar en el ataque madridista. Su mejor aportación en el primer tiempo fue un buen tiro desde 25 metros que Cristian desvió como pudo.

Los minutos de la locura llegaron cuando más intrascendente parecía ser el encuentro. Al borde del descanso, el Madrid volvió a golpear, esta vez en un saque de esquina. Uno de los ‘cum laude’ en la materia, Sergio Ramos, fue el encargado de hacer el tanto, aunque no utilizó la cabeza y se inventó un acrobático remate.

Con todo listo para que los equipos enfilasen el terreno de juego, un último saque de esquina en el área del Madrid lo enrevesó todo. La pelota acabó en las manos de Keylor, que sacó rápido para James Rodríguez, al borde del área, rodeado de jugadores del Rayo que trataban de replegarse y de compañeros recuperando su posición. El colombiano se precipitó y cometió un error garrafal al ceder la pelota a Leo Baptistao, lo demás, llegó sólo. El brasileño encaró a Keylor y cedió a Alberto Bueno para que el ex madridista batiese a placer al costarricense. Peliagudo final del primer tiempo.

La segunda parte corría el riesgo de convertirse en un incómodo episodio. Para fortuna del Madrid, Toni Kroos completó su gran actuación decidiendo el partido con un gol de esos que le valieron su contrato. Desde fuera del área, le pegó duro y ajustado al palo, imparable.

Pocos minutos después, fue Karim Benzema quien terminó de iniciar la fiesta. Cristiano, que empezó sin cobertura pero acabó recuperando su nivel, se inventó un centro-chut desde la derecha. El francés, en fuera de juego, se lanzó a rematar junto a Gareth Bale. Otro error flagrante de Pérez Montero, quien tuvo una nefasta actuación, equivocándose con ambos equipos y queriendo compensar de mala manera. Da miedo imaginarle en un partido de mayor envergadura. En este, sin historia, propició una moviola que podía haberse evitado.

A partir de ahí, el Madrid se subió al DeLorean y regresó al futuro. El 4-3-3 era evidente, pero el juego se asemejó al visto con el 4-4-2. Fueron los mejores momentos de los de Ancelotti, que alcanzaron la ‘manita’ a los 83 minutos. Su autor, el Bota de Oro, Cristiano. Un clásico, encara dentro del área llegando desde la izquierda, recorta a su marcador y le pega duro. No fue un disparo prodigioso, pero Cristian emuló a Arconada y el balón se coló por debajo de sus piernas, llorando.

No hubo tiempo para mucho más. Ancelotti dio entrada a Isco y Chicharito, además de hacer feliz al joven Medrán. El Bernabéu se despidió entonando el clásico himno de las mocitas madrileñas y los blancos certificaron que mantendrán la primera plaza, al menos, dos semanas más. Que no pare la fiesta.

Twitter: @NJSaez