Confirmado, Rusia fue un espejismo (1-0)
16/06/2012
Primera gran sorpresa en esta Eurocopa; Rusia ha sido eliminada del torneo por Grecia. El conjunto heleno tiró de casta guerrera para aguantar las embestidas rusas al estilo de los persas que chocaron una y otra vez con la gran defensa griega. El área pequeña infranqueable se disfrazó de paso de las Termópilas y Karagounis de Leónidas, para poner la puntilla a Rusia con un solitario gol que mete a los griegos en cuartos de final.
Estaba todo abierto en este grupo A y más aún cuando ahora todos los partidos pasan a jugarse a la misma hora con lo que eso conlleva: emoción, zapping y echar cuentas. Rusia, la que tenía más probabilidades de pasar a cuartos de este grupo tras el juego y los goles que se pudieron ver en los dos primeros partidos, ha caído eliminada a parte de por el gol griego, por vencer la República Checa, que era también la que a priori peor lo tenía, a Polonia, uno de los dos anfitriones.
Grecia salió con todo lo que tenía buscando tres difíciles puntos sabedores de que iba a ser una empresa complicada, y más aún cuando en frente estaba la Rusia de Arshavin y de Dzagóev. Sin embrago el conjunto heleno apeló al espíritu de 2004 de garra, y efectividad y también a todos sus dioses y héroes de la mitología buscando ponerle las cosas difíciles al conjunto entrenado por Advocaat. Samaras y Gekas no paraban de batallar pero sin acierto, lo que invitaba a pensar que Grecia se iba a quedar con las miel en los labios.
Rusia por su parte, no se encontraba tan cómoda como querría en los primeros veinte minutos del partido, pero poco a poco se hizo con el control del balón. Pero el conjunto exsoviético tenía hoy la pólvora mojada y eso es darle mucho a una Grecia que ya desde la primera jornada frente a Polonia en el partido inaugural, ha demostrado que la palabra rendición no está en su diccionario. Así llegó el gol. El Capitán Karagounis sorprendió en un error de la defensa rusa dormida en los laureles (¿griegos, quizás?) y en el tiempo añadido de la primera mitad, anotaba un gran tanto de tiro cruzado. Gol psicológico y al vestuario. Todavía era posible, aunque la mente estaba también puesta en el marcador entre los checos y polacos.
La segunda parte fue como el asedio del ejército persa de Jerjes contra los 300 valientes comandados por el bravo Leónidas en el cómic y película de Frank Miller, »300». Con toda la artillería en el campo, Pavlychenko incluido, Rusia lo intentaba por ambas bandas, colgaba balones, disparaba… pero una y otra vez los griegos con Papadopoulos, el jugador del Shalke, en plan mariscal, repelían las intentonas rusas. Con todo, Karagounis tuvo otra y pidió penalti en el minuto 60 y Tzavellas pudo lograr el segundo en una magistral falta. Fue de las pocas opciones que tuvo Grecia pues el partido se estaba jugando en el área griega con Rusia desperdiciando una y otra ocasión.
Cuando llegó la noticia de que la República Checa iba ganando a Polonia, a los rusos les entraron las prisas y los nervios y no terminaban con criterio ninguna de las diversas ocasiones con las que contaron. Grecia lo ha vuelto a hacer. Resistió muy meritoriamente y aprovechó la única que tuvo. Ya está en cuartos como segunda de grupo. Lo peor, la baja de Karagounis por ver otra amarilla que le obligará a perderse el partido de cuartos de final frente al equipo que quede primero en el grupo B. Pero ya todo lo que venga es regalado. Rusia que impresionó a todos en la primera jornada, se despide de un torneo en el que estaba llamada a tener más protagonismo. Quizás ha sido el último gran partido de un bloque. Esperemos que no.
Queremos seguir viendo a Arshavin y compañía, aunque eso será a partir de la temporada que viene.